martes, 30 de abril de 2013

LO ESTAMOS HACIENDO BIEN....


Muchos de nuestros padres no tenían la formación que hoy día la mayoría tienen, muchos  habían carecido de formación alguna, otros tenían formación gracias a los grandes esfuerzos que hacían trabajando para pagarse los estudios y otros desde bien pequeños trabajaban muy duro para tener lo que hoy tienen, siendo grandes profesionales aunque no les avale una titulación. Pero TODOS absolutamente todos, tienen unas características en común, SACRIFICIO, ESFUERZO, LUCHA, CAPACIDAD DE ESFUERZO,…

Hoy, en nuestra generación y en las venideras, dónde está todo eso. Damos a los hijos caprichos innecesarios, les facilitamos las cosas de tal manera que  pierden el concepto de esfuerzo y lucha. Los defendemos tanto que no hacen  por superarse porque siempre están justificados y cuál es el resultado final, un niño exigente, incomprensible, desmotivado, indeciso, sin capacidad de esfuerzo y superación, sin ganas de nada ni por nada.

Debemos plantearnos si lo estamos haciendo bien. Hay muchos padres, hoy día, que suplen la calidad del tiempo con sus hijos por la cantidad, compensando los tiempos de ausencias con regalos que ni siquiera el niño ha pedido, los castigos por un “¡no lo vuelvas a hacer más, vale!”, ¿Es esto lo correcto?

¿Somos mejores padres por regalar más a nuestros hijos o castigarlos menos?

Somos mejores padres si compensamos nuestras ausencias por motivos laborales para poder darles a nuestros hijos lo que necesitan ahora y en un futuro, con regalos.

Deberíamos hacer entender a los niños que lo que hacemos (trabajar, nuestras ausencias,…,), tienen un motivo y una razón.

Tan difícil es negarle algo  a un hijo por el sentimiento de culpa que arrastramos de no estar con ellos todo el tiempo que deberíamos,…, ya lo sabíamos antes de tener a nuestros hijos,…, por qué viene ahora el arrepentimiento, por qué maleducamos a nuestros hijos gratuitamente por un sentimiento de culpabilidad nuestro como padres que ellos como niños ni se plantean.

 YO ME LO PREGUNTO,… Y AÚN NO SOY MADRE.







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